sábado, 25 de septiembre de 2010

Vigésima primera entrada. Diario del muerto:


(Escrito hace 4 meses)
Hoy me he vuelto a levantar pensando en ella, los recuerdos de los últimos años aporrean la corteza de mi débil mente de humano depresivo cuando intento recordar lo que me llevó a esta situación. Recordando y pensando el otro dia quise remontar mi vida en mi mente, desde el momento en el que me olvidé a mi mismo y el viento, con ayuda del tiempo, me trajo a este lugar. Pensé, creo, miles de posibilidades, pero si esa posibilidad era feliz, ella aparecía. Maldecí una y otra vez mi dependiente mente, pero sólo sirvió para que esa misma noche la pasase replanteándome la ida definitiva. Añoro los felices y dulces momentos en los que toda mi familia se reunía para mantener el contacto, añoro a muchas personas que me hicieron reír y sonreír y, de la misma forma, recordé, aunque con desgana, a aquellos que consiguieron lo contrario. Buenos o malos, aquellos recuerdos se clavaron en mi mente igual que agujas oxidadas. Puede que me esté volviendo loco, pero ni siquiera entiendo el por qué...
(Escrito hace 2 semanas)
Desde el día en que llegué aquí, hará 2 años, escribo una vida más en éste pequeño baúl. Más de 700 reflexiones asociadas a mi existencia diaria, y sin embargo, no soy capaz de entender por qué sigo culpándome.
Dicen que cuando algo pasa de repente nuestras mentes son incapaces de asimilarlo; puede que sea ese mi problema...
Pienso casi a diario en la distancia que nos separa y también en que quizás no nos separe ninguna distancia porque ella ya no existe, y eso es lo que se clava en mi alma como una espada oxidada. Espero algún día estar preparado para estar sin ella; espero estar preparado para vivir al margen de su inexistencia, porque cada vez noto que la carga es más pesada y no puedo llevarla yo solo...
(Escrito ahora)
Vivo en esta realidad sin sentido con paredes reversibles, pero aún así no es eso lo que me preocupa, sólo me preocupa el hecho de que la bala está junto a mi cabeza y por alguna razón quien sea que gobierne en las realidades fisicas ha querido que el tiempo se relentice de forma que la vea venir, entrar y salir.
No quiero ser yo mi verdugo, sólo quien tiene el hacha para cortar las cuerdas que me atan a la horca porque el oxígeno ya no accede a mi cabeza, sólo la sangre empieza a preguntarse por qué no es todo igual. En conjunto estoy tan destruido que me gustaría preguntarme ¿qué tal? Sin saber que me estoy mintiendo responda lo que responda.
Ahora mismo, mientras escribo, una estrella me está acorralando con su luz, no sé si lo hace para que lo deje, para que me calle o para que simplemente me brillen los ojos. Mi pasado es el que fue, mi futuro es el que será y mi presente tiene matices propias de un eslabón dentro de esta gran cadena. No es nada extraño el hecho de saber que un veneno me está matando y la única cura que existe es un abrazo, abrazo que se me negará porque vivo por y para, pero, ¿qué se le va a hacer...?
¿Es esto real? ¿Escuché bien al ángel de la muerte diciéndome que la capucha sólo la lleva para que nadie acceda a su cerebro? ¿Es cierto que un ladrillo ayer mató a una anciana mientras volaba libremente y se le imputó una pena de muerte porque sólo quería sentir que era libre y no siamés del hormigón de la estructura? ¿Real es la sangre que mantiene vivo al ser? ¿Real es el aire que respiramos? ¿Real es la realidad en la que nos planteamos que quizás ésta no sea más que un espejo de la verdadera que hay al otro lado del maldito espejo en el que vivimos? Da igual. Explico el por qué, no hay por qué dejar las reflexiones en el aire. Da igual porque la bala atravesará, da igual porque la espada se desenvainará, da igual porque hoy escribo esto y eso es signo de que ella no está. Da igual porque nunca hubo una real razón para nuestra existencia y uno de nuestros principales propósitos es encontrar la inexistente razón de realidad. Da igual que la sangre nos mantenga vivos o por qué lo hace. Da igual que el aire que respiremos nos proporcione vida y muerte oxidándonos o por qué existe como tal. Da igual por qué sentimos que un abrazo nos salva, un tono rojo nos delata o un tono blanco nos mata.
Realmente, querido lector y a mi mismo me lo dedico, escritor, no importa nada más que el segundo que tenemos delante porque el anterior ya ha pasado y auún es temprano para pensar en el segundo que nos plaque.
¡Já! Quién se cree el último párrafo, ¿eh? Nadie puede vivir pensando en presente, todos sufrimos por el pasado y nos agobiamos con el futuro, nadie permanece impasible ante esto porque sabemos que son nuestra única realidad, la única que podemos concluir como verdadera realidad.
Este párrafo, otra parte de materia inexistente.
Dijo alguien que el átomo está formado en casi un 99'99% de vacío, siendo lo restante la parte que contiene algo, es decir, el núcleo y sus electrones. Según esta teoría, nosotros somos un 99'99% de inexistencia, y el resto de lógicas teorías, claro que sí. Pero no, no nos engañemos, ¿de verdad nos creemos que eso que somos, el 0'01%, es lo que nos hace ser un ser?
Por hoy no aguanto más, voy a dormir, ¿quién sabe si mañana me levantaré? Por el momento dejémoslo en que tardaré el mismo tiempo que siempre en dormir y que espero que, algún dia, sea capaz de vivir sin ella.