viernes, 1 de octubre de 2010

Vigésimo segunda entrada. Conversación(2):


Bajo la cascada está ella. Es un ángel sin alas y tan virtuosa como cualquier músico de renombre.
Entre árboles estoy yo escondido y observo detenidamente y con vértigo sus naturales curvas.
La voz de mi "compañero" no consigue alterar mi atención, imposible.
Ella sale del agua y yo me escondo sigilosamente, sé que está mal, pero ella es en sí un pecado y yo estoy bendecido por el arzobispo, no creo que vaya a ir al cielo de todas formas, ya he pecado suficiente, por eso no me preocupa que sea una vez más, y menos si, como esta vez, merece la pena.
Al fin se va y no puedo seguirla, me siento apoyado en el tronco de un árbol y suspiro, mi compañero entiende eso como una señal de que quiero hablar, pero mi mayor propósito es escalar sus montañas y navegar por ella hasta su boca donde comercializar con su saliva.

-Tienes una misión.- dice mi ya viejo amigo.

-Me queréis para vuestros propios caprichos, no tengo ninguna deuda, ¿cuántas veces tengo que repetírtelo?

-Por mi señor, ¿aún no entiendes que todo en tu vida está en concordancia con tu misión?

-La verdad es que no quiero entender nada.

-La verdad es la verdad que te haya dado Dios, no puedes protestar ante su divino propósito.

-¿Qué clase de propósito mueve a un ser a dar vida?¿Por qué les hace a unos felices y a otros tristes?¿Por qué los hace matarse en campos de batalla y les da maldad y odio?

-Esas son preguntas que no te incumben pues como humano tu misión es obedecer sus voluntades.

-Si mi misión es esa, ¿por qué me permite cuestionármelo y no me hace pensar sólo en ella?

-Porque necesita darte fé. Una misión si se realiza con verdadera fé tiene un muy alto porcentaje de posibilidades de victoria.

-Podría inocularme esa fé.

-Escapa a su voluntad, no desea tener vasallos limitados.

-Sin embargo limita mi libertad.

-Sin gente como tú, dispuesta a perder su libertad de forma altruista, el mundo y el propio Dios serían destruidos.

-Yo no quiero dar mi libertad de forma altruista, quiero pensar por mi mismo y placar mis ansias de conocimiento, así como también quiero experimentar la felicidad que produce la ignorancia. Saborear rios de placer y conocer personas que sé que, gracias a mi misión, no conoceré, pues no es la voluntad de Dios, sin embargo, los demás pueden estar bajo sus propias leyes con la única limitación de su ética...

-No necesitas eso, son vulgaridades humanas, bajo el servicio de Dios tendrás aquella felicidad plena y podrás aspirar a todo el conocimiento que desees.

-Menos el exclusivo de Dios, pues si me lo diese sería igual de poderoso que él y podría derrocarlo, ¿no?

-No lo sé, yo no quería conocimientos, yo quería música y en el cielo me encuentro falto de angustia ya que conozco artistas de todo el mundo y tiempo; artistas que no existen, artistas que existen, conocidos y no, todos dentro de mi círculo de placeres sobrehumanos.

-Aún así, dentro de mi misión hay un punto que contradice mi plena voluntad, no deseo hacerlo.

-Es una forma de demostrar tu fé, amigo mio. Si haces esto estarás preparado para tu meta final y sólo tendrás que hacer tiempo, es simple.

-¿Y qué si no quiero?

-Dará igual, es tu misión y es lo que harás, en el caso de no cumplirla bajo tu voluntad y tener yo que intervenir tendrás que demostrar tu fé de igual forma en una prueba futura, quizás más dura...

-No sería capaz de aguantar una segunda vez, de eso estoy seguro, pero tampoco quiero hacerlo, es una situación muy difícil, espero que lo entiendas.

-Lo cierto es que no, yo tuve que perder cierta parte de el total de mi felicidad en mi vida humana para conseguir demostrar mi fé y, hoy dia, aún no me he arrepentido. Fue mi tributo, el resto de mi vida humana como un muerto sin alma, en comparación con toda mi vida, eso fue un simple segundo.

-¿Pero te fue tan sencillo?¿No sentiste la tragedia en ti?

-Claro, pero la corte celestial me ayudó dándole a otro mi tristeza...

-Pero yo la amo, no quiero perderla, es demasiado duro.

-No es tu voluntad la importante.

-Pero sigue siendo la mia...

0 comentarios: