jueves, 25 de agosto de 2011

Trigésimo sexta entrada. Horizontales:

Él duerme plácidamente escuchando el silencio de sus sueños con su oreja izquierda cuando un susurro proveniente de su espalda se alza sobre su inconsciente y le dice "hmm ¿cómo puedes dormir a estas horas?"
Sin saber muy bien cómo se da media vuelta y la encuentra tan deslumbrante como siempre, con su pelo alborotado y su sonrisa del color de las almas inocentes.
-Bueno, en los sueños puedo flotar sobre nosotros, eres más hermosa conmigo, ¿lo sabías?
Ella sonríe aún más acurrucada junto a su imagen.
Él nunca fue nada increíble, sólo tuvo suerte y ella tuvo siempre una mala imagen de los fuertotes, así que él tuvo el doble de suerte al conocerla en aquel bar, aquella madrugada, entre aquellas copas que dejaban ver sólo a los monstruos desinhibidos que llevamos. Mas ellos no despertaron sus monstruos, ambos tenían que devolver a sus amigos aquella noche, todo estuvo a su favor para conocerse. Suerte.
-No sé si dejarte dormir, sería un crimen de estado contra mi corazón, que quiere saborear tu cara de despierto con intolerancia a los primeros rayos del sol.- Dice con una sonrisa pícara.
-Que la saboree, pero que lo haga con ojos pintados sobre mis párpados.
-No seas tonto, también quiero respirar tu alma en cada suspiro antes de tener que meterme en la ducha y desaparecer.
-Puedes quedarte conmigo durmiendo, vas demasiado al trabajo, te vas a volver trabajadora.
Aunque ella sea la que mantiene a la pareja con su trabajo le da igual, es radiante y dulce, prefiere tener a su chico en su casa para cuando llegue, sin tensiones. Lo cierto es que hasta disfruta con su trabajo de veterinaria, así que su vida es perfecta.
Tras un golpecillo en el hombro del chico éste empieza a reaccionar como un humano y no como un robot.
-Tranquila, te traeré el desayuno.
-¿Desayuno en la cama? ¡Qué nivel!
Unos minutos después él aparece con su pelo rizado por la puerta, con sus ojos aún entrecerrados y con una bandeja con comida mientras ella se incorpora y se despereza sin perder su sonrisa.
Tras un corto beso mira, con ojos estrellados, la bandeja y coge una tostada.
Él se echa junto a ella y le acaricia el pelo mientras le pregunta cómo tiene la agenda ese mismo día. Ella responde con los ojos en el techo, intentando recitarlo de memoria, pero tras un fracaso en la secuencia decide levantarse, lo que él impide con su brazo, la besa en la mejilla y le dice "tú desayuna".
Algo más tarde, entre amores y duchas con canción ambos están en el salón, sentados en el sofá, a punto de alejarse un rato, unas horas.
Se acercan a la puerta, se escuchan te quieros y sus músculos desgarran sonrisas imposibles. Una a trabajar, otro a comprar.
Horas después, ella entra en la casa a oscuras y alza un "¿Marco?", pero él no está. Deja su ropa y prepara algo para cuando él llegue. "Estará con unos amigos", piensa.
Tras dejar la botella de vino junto a las copas y las velas junto al regalo por hacer ya 5 años, repara en que hay un mensaje en el contestador. Lo recoge y escucha su voz que dice:
"Cariño, esta cola me está matando, la gente parece haber comprado comida para el fin del mundo y nadie entiende que algo de comida para el próximo mes es pasable, así que tendré que esperar un rato hasta poder verte porque he quedado con unos amigos(ella sonríe).
Te echo de menos muchísimo, casi beso un pastel porque olía a ti y casi mato a media cola para estar contigo. Estoy deseando estar esta noche contigo y celebrarlo. Te amo, mi vida."
El mensaje concluye y aparece la hora en el contestador; 00:00, hora de celebrar los 5 años. Ella se recoge el pelo sobre la oreja con delicadeza y con su perpetua sonrisa y empieza a echar el vino sobre una copa.
Entonces suena el timbre y ella se levanta dispuesta a poner su mejor sonrisa. Abre la puerta y aparece un hombre uniformado que le pide pasar.
Ella, tras ver el coche de policía y la documentación del hombre lo deja pasar mientras pregunta un tímido "qué ha pasado" mientras su sonrisa degrada a signo de exclamación.
El hombre le pide que tome asiento y ella insiste en que hable, el hombre lleva los ojos a los suyos e intenta ser cercano con estas palabras:
-¿Es usted la compañera de piso de Marco Mare?
-Soy su novia, ¿qué ha pasado?
Al ver la histeria de la chica intenta ser breve con un:
-Ha sufrido un accidente de coche, se le cruzó un camión que se saltó un stop y ha muerto en el acto, podemos ofrecerle especialist...-no le da tiempo a ofrecerle asistencia psicológica cuando ella cae al suelo mientras todo se nubla.
"Tranquila, chica, sigo contigo"
Tras notar un beso en su hombro ella despierta acelerada y da la vuelta a su eje sobre la cama pero lo único que encuentra en su almohada llena de lágrimas.
Mientras se le escapa el cielo por los ojos maldice a su memoria y ahoga un grito en su garganta...mientras él la mira sobre ella, mientras la espera...