sábado, 8 de octubre de 2011

38ª entrada. Empatía y otros delirios sociales:

Reflexión sobre la vida. Las invasiones bárbaras.

Es curioso como el dolor ajeno es siempre tan distante, tan lejano, tan "contraempático"...decimos que sentimos el dolor, la pena o la tristeza de otras personas así como su alegría, felicidad o euforia, sin embargo, no es tan simple.
En primer lugar, en caso de que sintiésemos, realmente, lo que otra persona siente, estaríamos condenados a lo que el primer individuo sintió junto al segundo individuo, a partir de lo cual, se generaría una escalera de sentimientos iguales transmitidos de un individuo a otro. No sabemos qué sentimientos serían ni en qué magnitud, pero sería lo único y sería porque sentiríamos continuamente lo que sienten otros, así que nos retroalimentaríamos del sentimiento de otros...pero si algo contradice ésto es que nuestros sentimientos, dolores, frustraciones o deseos se encuentran tan cercanos a nosotros que nos cuesta separarnos de ellos.


La vida siempre ha sido un enigma, más incluso que la muerte(Llega tu momento, te paras mientras duermes o te asfixian los músculos de tu garganta o te desangras...dejas de vivir...). Nadie ha sabido entenderla y, si lo ha hecho, nunca sabremos cuál de las posibles reflexiones sobre la misma es la correcta, es el eterno problema de los mortales; la elección. Vivimos por y para elegir, lo que desecha otras elecciones...así que más que elegir, lo que hacemos es desechar...vivimos continuamente perdiendo otras oportunidades que luego lamentamos en un periodo más o menos largo de tiempo. Desde "no me debería haber comprado este paquete de patatas" a "no debería haberme casado con alguien como quien duerme en mi cama conmigo". Evidentemente no negamos de forma absoluta, al menos la mayoría, al menos yo, al menos los pensamientos más cercanos a mí y desde los que escribo, todo lo que desechamos. Al menos en mi caso, me gustaría saber qué hubiese pasado si... pero nunca sabes qué hubiese pasado sí... sólo te remontas al momento de tu vida en el que tenías que elegir y recreas tu vida de forma que haya o un campo de rosas o un campo de espino, dependiendo del sentimiento más próximo que te inunde o lo realista que seas.


Siempre hay una situación desencadenante en la vida inentendida de todo mortal con "raciocinio" que crea una corriente de sentimientos nuevos para él, dulces o amargos, da igual, aparecen de todos modos y, de la misma forma que pretendemos la homeostasis, nos dedicamos en esfuerzo absoluto a paliar el cambio(tanto si es dulce como amargo si somos inteligentes). Lo que nos resulta amargo nos quita tiempo de vida, tanto presente, en el que nos volcamos a desdicharnos o a sufrir quemazón a la altura de la vida o futuro, hay diversos estudios que demuestran que la vida se acorta si llevas una vida triste y taciturna...pero no puedes evitar sentir lo que sientes porque es tuyo y nadie puede reemplazarlo simplemente porque siente felicidad, nadie dona sus sentimientos, sería como vaciar su vaso por el tuyo y, ¿hasta qué punto alguien está dispuesto a dejar de saciar su sed por darte a ti el agua? Si volvemos al principio da igual lo feliz que estés, en una cuestión vital tus deseos e intereses son primordiales a los de cualquier otro individuo, es una cuestión de cercanía con el deseo...sin embargo, siempre ha habido mártires o gente que ha olvidado su propia vida por la de otros, así como gente que se vuelca en cuidar a discapacitados o gente que va a comedores benéficos a quitar hambre a la población de algún lugar...¿dónde metemos a toda esta gente?¿Acaso son gente con delirios?¿Gente loca que debería estar en un centro de salud mental donde sus cuidadores son gente a la que ellos cuidaron?¿Acaso no son animales "racionales"?


La verdad es que nunca te planteas como una hormona puede transformar tanto tu mundo, pero sí es verdad, hay hormonas que cambian tu forma de ver las cosas, tus posturas frente a conversaciones o incluso tus gestos. Da igual por qué se secretaron, el caso es que salen y revientan tu mundo desde la parte más interior, demostrándote que estás a merced de un sistema endocrino que ni siquiera puedes, realmente, controlar y que, además, degenera con el tiempo, descubriéndose en el mismo fallos o lentitudes. Así que bien, eres controlado por un sistema decadente que no está construido de forma racional. Si lo miras desde una posición más lejana, se dedica a arreglarse aunque éso signifique tener un dolor en una zona en un momento en el que necesitas esa zona para seguir vivo. Inflamaciones y otros daños aparte, el dolor psicológico-mental-emocional está caudalado por cosas que ni siquiera entienden de sentidos, cosas que no han vivido...es como poner en un cargo público a una persona que ni siquiera ha terminado la ESO y que es un antisocial, su puesto está evocado al fracaso y, con ello, a la caída del imperio público.


Así pues, aquéllo que nos hace sentir, tanto lo dulce como lo amargo, también nos mueve a movernos en contra de lo que ello mismo nos dice. Sí, se contradice. Puedes tener sed y, a la vez, ganas de darle tu vaso de agua a alguien que tiene la misma sed que tú...y le das tu agua porque la oxitocina así lo manda sobre el propio instinto de supervivencia.


Finalmente, para despedirme, me gustaría que, por un momento, dejáseis de pensar en que hay un mundo en vuestro interior, microscópico, que mueve vuestro mundo macroscópico y el mundo de las Ideas de Platón. Quiero que penséis en que la vida vuela de manera inexorable y que nos detenemos a cuestionarnos un por qué tan "no-sense". Quiero que viváis al margen de un descubrimiento realizado por personas que perdieron su vida porque una hormona les hizo desear vivir por los demás o trascender...la vida es vuestra; decidid si queréis morir en el intento por descubrir qué es o morir en el intento por exprimir cada segundo. Como en el vídeo, la vida se acaba y llega un momento en el que accedes a una fase preparatoria, si es que has llegado a una zona proximal a la muerte natural de forma sana, en la que tu vida ya no es la vida que recordabas, por éso no es bueno que se viva la vida de forma totalmente inconsciente, muchas veces ni siquiera sabemos por qué pero no nos levantamos de la cama...


Si tenéis un deseo; id a por él. Yo tengo un deseo, un motor, un fin, algo por lo que luchar, vivir y morir. Empieza y termina por "A" y le debía esta entrada.

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